El anhelo ardiente del Señor Jesús era
¡¡¡LA GLORIA DEL PADRE!!!
Él no buscaba su propia gloria, sino la gloria del Padre, que él fuera glorificado, exaltado:
"Porque he descendido del cielo,
no para hacer mi voluntad sino la voluntad del que me envió" Juan 6:38
¿Que hay en tu corazón? Examinémonos, ¿Tu
corazón está lleno de la presencia de Dios? Porque eso es lo que va determinar
que subamos el día del Rapto
No podemos descuidar esa llenura espiritual ¡Cada día necesitamos ser renovados! ¡Anhelando
su presencia!
"La verdadera humildad,
Y esa llenura sólo es a través de la oración en lo secreto, de la busqueda de su presencia, sólo es en esa dulce comunión, en que cada día somos, renovados, llenos, purificados, capacitados y equipados con la armadura de DIOS...