Alex Isaac Coca, fue llevado por el Señor Jesús a conocer el cielo, el lugar donde él vive, y que es de una belleza sin igual...
Aquí su relato de lo que vio allí, al lado del Señor JESÚS:
"...Comenzamos a caminar por un jardín hermoso lleno de flores…
…en el camino vi arboles inmensos, semejante a estos, no se veía en la tierra.
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¡Y disfrutaba la hermosura de este lugar!
En el momento que íbamos, vi un árbol de uva...
(El árbol de uva brasilera llamado Jabuticaba, da sus frutos y flores pegados al tronco. Una maravilla que nos deja pensando en nuestro gran Dios)
...me acerque, ¡Y vi que tenía uvas grandes!
En ese momento, tuve sed, y le dije al Señor: ¡Tengo sed! El Señor me dijo: ¡Toma hijo!
En ese momento, tuve sed, y le dije al Señor: ¡Tengo sed! El Señor me dijo: ¡Toma hijo!
¡Cogí las grandes uvas! y empecé a comerlas, sentí el sabor ¡Tan agradable! que penetraba a mi cuerpo, ¡En ese momento sentí toda la riqueza que tenía esa fruta!
Seguíamos caminando ¡Y disfrutando de aquel hermoso lugar!, y en ese momento el Señor Jesús llamo a un ángel, cuando este vino le dijo: "Lleva a este joven a recorrer todo este hermoso lugar"
Así, con el ángel, seguimos caminando ¡En este hermoso lugar!, ¡Lleno de flores, con árboles hermosos!
¡Las aves volaban de un lado a otro!...
¡La hermosura de este lugar era inmensa!
Seguíamos avanzando... y llegamos a un lugar de una belleza indescriptible, aquí se veía un río cristalino que caía ¡Era un rió precioso! 
¡Muy hermoso!
¡Con árboles inmensos a la derecha y a la izquierda!
¡Con árboles inmensos a la derecha y a la izquierda!
Comenzamos a caminar por este lugar, mientras más me acercaba, veía que este río era cristalino, ¡Y veía los peces en el rió!...
y le dije al ángel: ¿Puedo tocar estos peces? y me dijo: ¡Tócalos!
Y empecé a tocar a estos peces, ¡Y estos peces, no se escapaban! ¡Y yo veía la hermosura del Señor en ese momento!
¡Disfrutaba la hermosura del SEÑOR!
¡¡¡Era una belleza!!!
Ese lugar era hermoso, había jardines, llenos de flores...
... el ángel me dijo sigamos caminando...
Y antes de salir le dije al ángel:
-¡Tengo sed!
Él me dijo: - ¡Toma este vaso!
Empecé a tomar, tenía sabor a leche a miel.
Empecé a sentir el sabor que penetraba a mi cuerpo, empecé a sentir como el sabor era ¡tan agradable!
El ángel me dijo: ¡Ven sigamos caminando!
Y seguimos caminando por ese lugar hermoso, y a lo lejos vi a un joven que estaba en medio del jardín.
Empecé a caminar, a acercarme a este lugar, vi a este joven, ¡Era mi hermano!
Aquí en la tierra había muerto a los cinco años...
Aquí en la tierra había muerto a los cinco años...
...él estaba en el Reino de los cielos, él no era un niño, era un joven de 15 años, y le vi la cara ¡Y me reconoció y nos abrazamos!
Y le dije: ¡Hermano ¿Qué haces aquí?
Y él me dijo: "Hermano que bien que has venido, aquí es todo alegría, aquí es todo gozo, aquí nadie se cansa, aquí todos disfrutamos la hermosura de Dios"
Y en ese momento yo le dije: ¿Qué haces hermano? Él me dijo: Yo estoy sembrando flores en este jardín, para que cuando venga papá y mamá, vengan y disfruten esta hermosura...
...después de que mi hermano me dijo esto el ángel me dijo: - despídete de tu hermano.
Y yo me despedí de mi hermano, y empecé a salir del lugar, alegre, contento, salía jugando y corriendo con las mariposas del lugar.
Y yo me despedí de mi hermano, y empecé a salir del lugar, alegre, contento, salía jugando y corriendo con las mariposas del lugar.
En el momento que me separaba, veía jóvenes, niños en medio del jardín...
...y el ángel me dijo: -Ven sigamos caminando.
Mientras íbamos caminando, vi una calle brillante resplandeciente, eran las calles, de oro, brillaban como diamantes, y oro en cada costado,
y cuando íbamos caminando por estas calles hermosas, llena de oro, ¡Cosa alguna no se igualaba en la tierra!
Vi casas lindas y hermosas, al acercarme en lo alto tenía un letrero que decía: “BIENVENIDOS A LA MANSIÓN CELESTIAL”
“En la casa de mi padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo lo hubiera dicho;
Voy, pues, a preparar lugar para vosotros”
San Juan 14:2
Y en este lugar estaban "Las casas de los Hijos de Dios" y empecé a caminar y vi una puerta abierta en medio de una de estas mansiones, empecé a entrar a una de estas viviendas...
Allí había una mesa de oro, una silla de oro y había una cuchara y un plato en la mesa de oro, y había un cofre también era de oro, y al momento que vi todo eso...
Allí había una mesa de oro, una silla de oro y había una cuchara y un plato en la mesa de oro, y había un cofre también era de oro, y al momento que vi todo eso...
...miraba las paredes de la vivienda, esta vivienda era linda y hermosa, sus paredes eran cristales, ¡brillaban!, tenían diamantes y oro y perlas preciosas...
...en ese momento el ángel me dijo: ¡Ven, sigamos caminando! ¡Disfruta todo lo que es esto! ¡Vívelo porque esto es hermoso! ¡Esto es la hermosura del Señor!
En ese momento seguimos caminando y vi un lugar... esta ciudad brillaba de oro, y las paredes de cristal con diamantes de oro, y vi un palacio hermoso, que brillaba todo de oro con perlas preciosas...
...¡¡¡Y venía a mi encuentro!!!...
Y al otro lado había otro espacio, allí habían sillas que no tenían nombres, estaban sillas vacías y blancas...
En el momento que me acerque, vi que en lo alto había un nombre que decía: "Bienvenidos al Reino del Rey de Reyes, Señor de Señores"
En el momento que termine de leer ese nombre, se abrió la puerta frente a mí...
...y vi una alfombra que subía desde la entrada hasta el altar del Señor, y veía esta alfombra con diamantes, a su costado con lino fino...
con cintos de oro y brillaban estas alfombras; ¡Y vi al Señor sentado en su trono y su rostro brillaba! ¡¡¡Resplandecía!!!
Su ropa brillaba como luz y su rostro brillaba como el sol, no podía ver sus ojos, empezaba a bajarse de su trono...
Su ropa brillaba como luz y su rostro brillaba como el sol, no podía ver sus ojos, empezaba a bajarse de su trono...
...y yo caí de rodillas ante él y le dije:
- ¡¡¡Señor, Señor, Jesús!!!
- ¡Tranquilo, ten paz!
Y me toco la cabeza y me dijo: "Disfruta, toda la hermosura que tengo para mis hijos" ¡Disfruta todo!- ¡¡¡Señor, Señor, Jesús!!!
- ¡Tranquilo, ten paz!
En ese momento el Señor me dijo: ¡¡¡DISFRUTA!!!
Y cuando él me dijo eso, comencé a caminar por el palacio, y vi una mesa larga, que estaba con sillas de oro, y en esta mesa habían frutas y panes listos para comer, en ese momento el Señor me dijo: -Esta es la mesa que está preparada para ese gran día de las "Bodas del Cordero" 
Y le pregunté al Señor: -"¿Por qué no tienen nombre este lado?"
Él me respondió:
- "Porque aquí nadie ha venido todavía"
“¡Tú los vas a traer, para que se sienten en estas sillas!”...
...en ese momento el Señor añadió:
- "Porque aquí nadie ha venido todavía"
“¡Tú los vas a traer, para que se sienten en estas sillas!”...
¡Ven sigamos caminando¡
Y seguí disfrutando de ese palacio tan hermoso, y habían ángeles que volaban de un lado al otro, y cantaban al nombre del Señor: ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Gloria a Dios él Vive y el reina para siempre!
Y seguí disfrutando de ese palacio tan hermoso, y habían ángeles que volaban de un lado al otro, y cantaban al nombre del Señor: ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Gloria a Dios él Vive y el reina para siempre!
¡Cantaban y saltaban los ángeles!
¡Y yo saltaba como un niño y jugaba con todo lo que había allí!
En ese momento le dije al Señor:
- ¡Tengo hambre!
Y él me dijo:- "Toma ese pan" y empecé a comer ese pan, ¡sentí el sabor de este pan que penetraba en mi cuerpo! En el momento que disfrutaba este pan, ¡Veía la hermosura del Señor! ¡Aleluya! ¡Bendito Dios!
¡¡¡Veía la hermosura que tenía DIOS, para todos sus hijos!!!
... en ese momento el Señor me dijo: "Ven sigamos caminando", y de pronto vi dos pilares en el cual habían dos libros, "El Libro de la Vida" y "el Libro de la Muerte"
Los que estaban escritos en el "Libro de la Vida", estaban escritos con letras de oro
Los que estaban escritos en el "Libro de la Vida", estaban escritos con letras de oro
y los que no, estaban en "el libro de la muerte", con letras oscuras.
Y yo le dije al Señor: - ¿En cuál de los libros estoy Señor?...
Y yo le dije: ¡Si Señor!...
¡¡¡ALELUYA!!!
(Fragmento del testimonio real de Alex Isaac Coca, a quien Dios en su soberanía le mostró el cielo)
